El momento preciso, único y mágico,
donde el mundo decide detenerse para escucharte,
donde el día sonríe inventando otro azul maravilloso
y el silencio se hace amigo para ti;
otro nuevo momento vestido de paz,
donde el horizonte te viene a buscar,
y te lleva, dormido, acunado por las olas,
más allá de donde nunca pensaste llegar.
Escucha la palabra que llega como caricia,
como el suave beso que dibuja tus labios,
como el abrazo sentido, construyendo la paz,
como la mirada que te muestra el camino.
Sentado frente al mar,
déjate de nuevo inventar;
siente la brisa que te habla de otros puertos
donde miradas, que no ves, soñando mirando están,
deja que te hable...
que te diga a qué huele la noche de Luna llena,
que te acerque la estrella más lejana,
deja que te bese en su orilla con su agua más tranquila.
Sentado frente el mar descubre otro motivo, y otro más...
otro motivo para reír,
y otro para amar,
y otro más para llorar,
y muchos más para creer
que merece la pena vivir... vivir para luchar,
y luchar para decir:
¡¡¡ déjame seguir, déjame soñar!!!.
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