Sentido y propósito
La felicidad puede alcanzarse prácticamente bajo cualquier circunstancia, siempre y cuando creamos que nuestra vida tiene sentido y propósito. Fue Víctor Frankl quien por primera vez puso el acento en este hecho fundamental. Como prisionero del campo de concentración observó, de la manera más dura posible, que la gente necesita un propósito para mantener su voluntad de vivir, y lo aplicó sobre sí mismo cambiando muchas veces la mitad del poco pan que recibía por una sábana rota donde seguir con sus anotaciones sobre la investigación.
Ese era su propósito, el mismo que - según él- lo mantuvo vivo. Si la necesidad de un sentido y un propósito es indispensable para la vida, cuanto más lo será para la felicidad, una de las características primordiales del ser humano.
Yo sé que tengo una cierta tendencia a encontrar lo positivo en casi cualquier situación. Algunas personas acusan a quienes tenemos esta actitud de que nos engañamos para ser felices, pero no comprenden su verdadero sentido. Casi siempre hay un elemento positivo en una situación negativa, así como casi siempre hay un aspecto negativo en una situación positiva.
Optar por encontrar lo positivo y centrarse en ello no es en absoluto, una forma de engaño.Buscar lo positivo no es creer a ultranza en el infantil e insostenible consuelo del estúpido refrán castigo: "No hay mal que por bien no venga" Que es falso, total y lamentablemente falso.
Negarlo sería negar el absurdo de los horrores de las guerras inútiles, es decir, lo absurdo de todas las guerras. No hay nada deseable ni maravilloso en ser robado a la medianoche cerca de tu casa, saqueado y golpeado hasta sangrar.
Pero, a pesar de todo, este horrible episodio debe servirte para algo, no por lo inherentemente bueno de la situación, sino por tu sabiduría de aprender algo bueno aún en lo peor.
Dicen que Jung sostenía "Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas, fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido"
Yo no creo en esta sentencia, pero sostengo que hay algo para aprender en cada episodio de nuestra vida. Y de ese aprendizaje, se crece. Y con el crecimiento, se enseña...
Jorge Bucay
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