en el amanecer de vuestro conocimiento.
El maestro que pasea a la sombra del templo entre sus
discípulos no da su sabiduría,
sino más bien su fe y su afecto.
Si es de verdad sabio, no os obligará a que
entréis en la casa de su sabiduría:
os guiará sólo hasta el umbral de vuestro propio espíritu.
El astrónomo puede hablaros de su conocimiento del espacio,
mas no podrá daros ese conocimiento mismo.
El músico podrá describiros el ritmo que existe en todo ámbito,
pero no podrá daros el oído que capta ese ritmo ni la voz que le da eco.
Y quien está versado en la ciencia de los números,
podrá hablaros de las relaciones,
entre el peso y la medida,
pero no podrá conduciros a ellas.
Porque la visión de un hombre no presta sus alas a otro hombre.
Y de igual forma que cada uno de vosotros se halla
sólo en el conocimiento de Dios,
así cada uno de vosotros debe estar sólo en su conocimiento de Dios
y en su conocimiento de la tierra.
Jalil Gibran.