EL AMOR
Soy completamente amado,
Soy completamente digno de amor.
Todos llegamos a la vida con la certeza de que somos, valemos y podemos. Pero por una extraña razón, en algún momento, la cuña de la cultura clava su absurdo aguijón y es allí donde el centímetro empieza a ser importante para medir la altura o el ancho de las caderas; el modelo del coche, la cuenta bancaria o el puesto en la empresa, se convierten en “factores determinantes” de la felicidad y hete aquí, que si llegamos a conseguir todos esos “supuestos”, queremos asirnos a la felicidad y vemos que se escabulle como trigo sembrado en el mar.
Cuando era niñita pensaba que lo opuesto al AMOR era el odio.
Hoy sé, que lo opuesto es un yuyo dañino que crece en una tierra seca abonada por el miedo. Sus fertilizantes son el aislamiento y la desconfianza. Su nombre es INDIFERENCIA.
Pero esta indiferencia sólo es la reacción a una cadena interminable de desajustes que nos sumergieron en la soledad. Construimos muros para no sentir. No es fácil disolver las corazas que edificamos para defendernos, pero si es aconsejable ser concientes que las mismas armaduras que nos protegen de los ataques, tampoco dejan entrar el afecto, las caricias y la dulzura.
La red que nos sostiene como SERES HUMANOS tiene que ver con el amor EN TODAS SUS MANIFESTACIONES: el amor filial, el amor pasional, el amor ágape (el amor a Dios). Amar a otra persona no es distinto de amar a Dios. Lo uno es una ola; lo otro es el océano.
Mas, todos los amores tienen algo en común, cuando sentimos AMOR, sentimos en nuestra vida: SATSANGA.
Esta palabra, como todo vocablo sánscrito tiene significados muy abarcativos. Es una metáfora, y significa “El compartir del Espíritu”, “Buena Compañía” “La compañía de la verdad.”
Cuando los discípulos se sientan a los pies del maestro para escuchar su sabiduría están tomando satsang; pero cualquier comunión de buscadores espirituales recibe el mismo nombre.
Si una charla despreocupada con un amigo toma la dirección del espíritu, eso la convierte también en una forma de satsanga.
Cualquier espacio para encontrarnos con nuestra alma, sea nuestra relación de pareja, el trabajo, una clase, un mate, puede transformarse en un satsanga.
Cuando quitamos las etiquetas, evaluaciones, interpretaciones, juzgamientos, hay satsanga. Las disquisiciones, explicaciones, definiciones, instrucciones, surgen cuando tenemos la fantasía de estar separados de la totalidad.
Un satsanga es encontrarme con “el otro” para recordarnos unos a otros el sentido esencial de la vida.
Satsanga es un cálido abrazo donde siento que el otro me reconoce como persona y hace que quienes me rodean se vuelvan inolvidables.
La risa complacida, la calidez, la despreocupación, una actitud juguetona, una sensación de pertenencia, contento y paz en el centro del Corazón nos indican que estamos en satsanga.
Dice el Dr. Deepak Chopra: “hagamos de nuestra vida un satsanga”; que nuestra pareja sea un satsanga, también la relación con nuestros hijos, con nuestros padres, con nuestros jefes, con nuestros subordinados.
El amor es la trama esencial de la vida y así como sabemos que no puede aniquilarse o extinguirse, si sabemos que a veces, lo olvidamos en un recodo del camino, al establecer relaciones “de necesidad”. Cuando el amor es reemplazado por un objeto, el resultado es la adicción o la desconexión con la genuino.
Evitemos aceptar relaciones donde nos digan “te amo siempre que…”, o “te amo pero…”, o “te acepto si…”. No busquemos necesitar ni que nos necesiten, tal como dice el poema, CONVIRTÁMONOS EN NECESARIOS.
Ser NECESARIO no significa estar todo el tiempo juntos ni pegoteados, aún sin tener ganas.
Ser NECESARIO, significa sentir que esa persona está en mi corazón, es saber de su compromiso, de su presencia aún cuando está ausente y vivenciar que mi SER entero irradia gozo cuando la veo llegar.
Un corazón que ha aprendido a confiar, puede reposar con tranquilidad en el regazo del mundo.
Hay gente que con sólo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales;
que con sólo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.
Hay gente que con sólo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
que con sólo empuñar una guitarra,
hace una sinfonía de entrecasa.
Hay gente que con sólo abrir la boca,
llega a todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas.
y se queda después, como si nada.
Y uno se va de novio con la vida,
desterrando una muerte solitaria.
Pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así, tan NECESARIA.
Hamlet Lima Quintana
Todos necesitamos creer que somos amados y dignos de amor. Iniciamos la vida confiados en ambas cosas, bañados en el amor de una madre y arropados en nuestra propia inocencia. El amor nunca fue puesto en duda pero, con el tiempo, nuestra certeza se fue empañando.
Si te observas ahora, ¿puedes aún decir las dos cosas que todo bebé podría expresar, si dominara la palabra?: (1)
Lic. Rosi Germán
(1) Así comienza el Dr. Deepak Chopra su libro “El Camino del Amor” editado por Javier Vergara Editor. Muchos conceptos de este Editorial, fueron tomados de él. Para quiénes deséen transitar EL SENDERO GRANDE DEL AMOR, es de lectura imprescindible.
FUENTE:http://www.elsenderodelmedio.com.aR