Japón despertó tras su viernes de pesadilla en medio de un caos que ha dejado al menos 1300 muertos según algunas agencias de noticias y casi un millón de desplazados. La fuga radioactiva detectada en la central nuclear de Fukushima-Daichii, donde el reactor número uno llegó a emitir a unos niveles mil veces mayores de los normales, pareceía controlada, o al menos eso aseguró la Agencia de Seguridad Industrial y Nacional, pero una explosión repentina ha causado heridas en cuatro trabajadores y ha vuelto a levantar la alarma nuclear. La televisión pública aconseja a los habitantes en 10 kilómetros a la redonda que no salgan de sus casas y cierren las ventanas.
Durante toda la madrugada del viernes al sábado y la mañana del sábado en Japón se han sucedido las réplicas, alguna de ellas superior a los 5 grados en la escala de Richter, sin poder determinar aún con exactitud los daños humanos y materiales que estos nuevos terremotos pueden haber causado.
La buena noticia es que el tsunami que amenazaba con asolar la costa pacífica de América apenas ha inquietado a la gran mayoría de países. Solo Chile ha tenido problemas de inundaciones, aunque se ignora si hay víctimas mortales, solo varios evacuados en zonas costeras como la turística y popular Viña del Mar.