Eras, Instante, Tan Claro...
Eras, instante, tan claro. Perdidamente te alejas, dejando erguido al deseo con sus vagas ansias tercas. Siento huir bajo el otoño pálidas aguas sin fuerza, mientras se olvidan los árboles de las hojas que desertan. La llama tuerce su hastío, sola su viva presencia, y la lámpara ya duerme sobre mis ojos en vela. Cuán lejano todo. Muertas las rosas que ayer abrieran, aunque aliente su secreto por las verdes alamedas. Bajo tormentas la playa será soledad de arena donde el amor yazca en sueños. La tierra y el mar lo esperan.
Luis Cernuda
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