Vacia

Me preguntas por el paisaje : qué montaña ES y que Sol.
Y no sé que decirte, porque esa montaña se mezcla con muchos verdes de otras montañas ,de tiempos pasados y también con los ocres de muchas veredas.

Los verdes de las épocas gozosas de alcanzar los deseos, y los ocres de las dificultades del camino.

No de un camino, de todos los caminos, los reales, los que solo estuvieron en la mente, los que aún recordamos de sueños pasados...y los que intuyes premonitoriamente.

Y ese Sol, se mezcla también con otros soles, con los amarillos de lo que nunca fue, y con un sinfín de calores, que si existieron, y que el corazón sigue recordando .

Mi corazón recuerda su ternura, su calidez y su dulzura.
Se incrustaron en él.

No se trata de un solo paisaje, es una mezcla de varios paisajes.
No existe uno , y si varios de ellos. Se mezclan. Porque en realidad lo que se mezcla son las emociones percibidas, lo vivido, lo sentido, sea real o no, sigue sientiendose.

Las celulas de mi piel , lo notan, aún.

¿Nunca has dado hasta quedarte vacia?
Vacia, vacia, vacia.
Esa es la verdadera musa inspiradora : el vacio de la entrega.

Como hija :
¿nunca has dado y no fue bien recibido tu obsequio?
¿nunca?
Es que siempre:
Todos tus besos, abrazos, caricias, de niña que aún está por crecer fueron bien recibidos?.

Como hembra:
¿nunca te has entregado hasta el último fluido y tu pasión no fue entendida?
¿nunca?
Es que siempre:
Todos tus besos, abrazos, caricias, de hembra que se hace mujer fueron saciadores?

Como madre:
¿nunca te has abierto hasta perderte en el otro y eso no fue correspondido?
¿nunca?
Es que siempre:
Todos tus besos, abrazos, caricias y desvelos que te unen al pasado y al futuro , fueron entendidos?

Yo sí, yo conocí el vacio.

nieta de R. C. de Ametller

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