De lo dulce del vino EN busca de la luz me alié al poema de los besos-palabras, en espacio de páginas. Dejé atrás la música, el perfume, el terciopelo verde de la hierba desnuda, el mar de tardes lánguidas de colores violetas... poemas de la vida, escritos día a día sobre el perfil del alba. En busca de la luz me olvidé del amor, de colores lascivos, en donde el cuerpo impone sus señales y signos, de la indolencia blanda, de lo dulce del vino, del lenguaje del cuerpo, de placeres y ritos... En busca de la luz, quise encender la lámpara de mi tosco poema, sin más guía ni brújula que la palabra hueca, esperando que el caos del fondo de los tiempos, se ordenara sin más, en la magia del verso. Mi vida inmolada en el altar del tiempo, la ofrenda dolorosa de mi silente cuerpo es el precio que pago por el soberbio agravio de convocar, mediante mis torpes versos, al mensaje primario. Juana Vázquez
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