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General: Reflexiones sobre la vida
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Estrellitadelsur*  (Mensaje original) Enviado: 04/06/2011 01:55

Reflexiones sobre la vida

 

 

 

 

Imagino una sólida estaca hundida

profundamente en la tierra.

Arrollada a ella, formando un ovillo, una invisible cuerda cuyo extremo

libre está atado a nuestra cintura. Nacemos y comenzamos a andar.

Unidos a la estaca, recorremos círculos que,

al irse desenrollando la cuerda, son cada vez más amplios.

Describimos, en fin, con nuestra marcha

una espiral que se aleja del punto de partida, hasta que, estirada

ya toda la cuerda -si un accidente o

una muerte prematura no la han roto-, iniciamos sin darnos cuenta

un camino de regreso.

Seguimos caminando, pero ahora los círculos van siendo progresivamente

más pequeños.

Sin cambiar el sentido de la marcha, la espiral, que antes nos alejaba del origen,

nos aproxima inexorablemente a él para,

enrollada de nuevo la cuerda en torno a la estaca,

terminar donde empezamos.

Es un viaje de ida y vuelta que, desde la experiencia personal,

se ha iniciado en la nada y retorna a ella.

Puede que haya un antes y un después,

quiero creerlo, pero me refiero aquí a lo vital, no a lo trascendente.

En la primera parte de nuestro viaje,

recorremos un camino inédito, un sendero de descubrimientos.

Experimentamos lo que, por ser nuestro,

consideramos único.

Con fragmentos de conocimiento ajeno -el de otros que,

antes que nosotros,

hollaron la misma vereda- y

un mínimo de reflexión, elaboramos un conocimiento propio

que se nos antoja original y defendemos como si fuera la verdad suprema.

En esa fracción de camino incorporamos el amor, el deseo, la pérdida, el dolor...

Descubrimos nuestra fragilidad y,

asustados, nos aferramos con fuerza a lo que,

desde fuera, nos dé esa seguridad de la que carecemos:

riqueza, fama, poder, admiración...

cada cual de acuerdo a su medida y circunstancia,

aunque, a la postre, de poco o nada nos sirva,

porque lo externo es sólo un decorado y en el sí mismo,

en lo que somos y sentimos,

no cabe otro que uno; se está solo, no hay sitio para nadie y para nada más.

Llegada a su límite la cuerda,

comienza a invertirse la espiral y,

pensando que seguimos adelante, regresamos, vivimos lo que, en el fondo,

ya está vivido.

Sentimos, sí, pero es lo que ya antes habíamos sentido, matizado esta

vez por el tiempo y la experiencia,

sin el desgarro y el gozo que tuvo cuando nuevo.

Con la soledad asumida,

la necesidad de lo externo se limita a

lo esencial, y al reencontrarnos con lo que nos pareció importante, vemos que es

cosa vana y no merecía el esfuerzo.

Hasta la memoria señala en el viejo

el auténtico sentido de la marcha, volviendo fresco el recuerdo d

e su infancia y desvaído el de lo que hizo esa misma mañana.

Creo que sólo una cosa permite que la vida

acabe sin haber emprendido el camino de

retorno: dársela a los demás. Sentirse útil al otro,

saberse necesario, es romper la cuerda.

Una vez rota, se sigue caminando mientras el cuerpo aguante,

sin importar a dónde, sin necesidad alguna de echar la vista atrás.

Y es que hay vidas que terminan en sí mismas y otras que sirven para algo.

Fernando Jiménez del Oso - "Enigmas"


Sonrie! Vale La Pena Ser Feliz!!

FLORESTRELLITA.gif



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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: XCristinaX Enviado: 06/06/2011 05:41

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: poesia2332 Enviado: 06/06/2011 08:51



 
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