En tus manos cuelga mi fantasía,
donde tu sonrisa es invitación
a un viaje libido
donde deposito la ilusión
de tu cuerpo entrelazado a mi alma
en la cama de la perdición.
¡Que se detenga el tiempo!
que no hay segundos para pensar...
La ropa desaparece
y quedas vulnerable ante mi,
ante mi deseo extasiado
por dominar tus caderas enardecidas;
de tus glúteos apoderarme con mis manos
y guiarte al infinito de mi ser;
toma con tu boca mi piel,
tierna flor de primavera,
que quiero vencer al tiempo,
a la disputa del amor y lo correcto,
que sólo hay una vida
y la mía se pierde en tu cuerpo.