En cada llamada
mi voz se confunde
con tus palabras,
soy la prisionera de tus versos
una simple editora de mis lagrimas.
El tiempo no es amigo
cuando suena el telefono,
platicamos de todo
hasta de lo que no debemos,
se nos confunden los silencios
mezclados con un te quiero,
se nos confunden los silencios
instantes en que traspasar la linea
y llegar a tu casa,
ser la sorpresa inesperada
y ver tu cara
no solo en una pantalla,
ni atravez de tu voz.
Inspirada queda mi alma
al ser testigo de una charla,
amena, intensa
al ser testigo del eco de tus besos
adornados con palabras.
En cada llamada
demuestra cada latido
que mi corazon sigue vivo
por el amor querido
por el amor que sigue vivo.