Los conflictos ocurren por una razón: hay una lección que aprender para ambas partes. Vienes a este mundo con una serie de características reactivas y egoístas, que yacen en lo profundo de tu ser y se manifiestan en la superficie.
Los choques sirven para un propósito: alterarte y revelar las cualidades implantadas en tu naturaleza que viniste a transformar en esta vida.
Cada vez que identificas una característica negativa, asumes la responsabilidad por ésta y haces el esfuerzo necesario para transformarla, conectas con un mundo de Luz y tu vida se hace mucho mejor.
Yehuda Berg