Hace tanto que mastico nubes opacas que la risa ya se escapa y no puedo retomarla; y se me olvidó como pisar a pie desnudo sobre la arena húmeda. Hace tanto tiempo que aprieto entre mis dientes las algas que el mar un día me dejó. Y tengo en el corazón una pequeña ventana donde de vez en cuando entra la luz, luz que transforma la nube en gracia.
Janett abril 2011
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