Con tu tenue fuego iluminas el corazón mío, te llevas las tinieblas de la soledad y hastío para rociarme con tus rayos mágicos y tibios las luces que acompañan mis oscuros pasos nimios.
Iluminas luna mía, mis huellas despegadas, que se pierden con tristeza de todas las miradas, solas y abandonadas esperando el otro par, pero él está muy lejos, en aquél lejano mar.
Por eso esta oscuridad atormenta mi existencia, que mucho temo perderme sin su amor y presencia, luna mensajera deja este sentir a su vera, dile que tu luz, le lleva mi caricia primera.
Dale luego la belleza de tu blanca figura y entrégale mis renglones de versos y ternura, toca su faz y plásmala dentro de tu ropaje, luego acude a regalarme su bendito mensaje. AUTOR:Blanca N. García González