Vas a ser de mi sendero, el que sólo deje sus huellas, serás cautivador amante, en esas noches de sueños, volcarás tus emociones atrapando mil estrellas, encendiendo nuestra hoguera con sus ardorosos leños.
Serás un sol iluminando mi rostro enamorado, los colores que darán vida a esta vacía espera, el que en mi nube de rojo te ansía tanto a su lado, irrumpiendo cual presagio por mi mente lisonjera.
Podrías...pero vas a ser el amigo que me entiende, el amante atento en la realidad de mis anhelos, vas a ser al amor que ha florecido y bien me comprende, la locura despertando entre los sueños y tus cielos.
Quisieras, pero vas a ser ese sentimiento eterno, jamás alguna mínima fracción de ningún instante, vivirás, porque los amores se quedan en lo interno, del corazón que albergó la esperanza fiel y constante.
Vas a ser la llama que devora mis castos deseos, acariciándome con tus rosas, mi vergel florido, entre sonrisas bellas y nuestros sutiles jadeos, saboreando el fruto de este tierno huerto apetecido.
Vas a ser el que cautelosamente a mi ser entrega, los deseos nacidos para cumplirlos con sus letras, con sus puntos y sus comas, en la oración que te ruega, escribas en mi piel esa caricia roja cual metras.
Y tú vas a ser el hombre más amado del planeta, es mi voluntad envolverte con mis amantes versos, sin temores yo sabré acogerte en mi alma de poeta, cuidando tu corazón, sublime de amor, por mis besos. AUTOR:Blanca N. García González