Sale de la nada como tu deseo
y tu pecho entre
gotas de sal y olas de espuma.
Aparece en un barco anclado y perdido en el fondo de tu alma.
Despiertas al sol tras destellos de conchas y caracolas.
Abrasadora herida que emana salitre entre tus poros más íntimos.
Se abre paso entre sueños apoderándose del vacío de tu melancolía
apilada entre olores y fantasías.
¿Quién eres?
Que llegas sin avisar.
Me robas el sentido.
¿Quién eres?
Viviendo de la nada cuando
sesenta y nueve segundos atrás,
atiborrada me marchitaba.
Te adoro alma mía,
no me olvides,
ahora que sé que mis besos
Que mis caricias no se pierden entre mis pliegues.
Que mi vida es tuya.
Ahora, no me olvides vida mía
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