Las Brujas no existen…pero, ¿Qué las hay? Las hay.
¿Halloween? ¿Alguien festeja eso acá?
No, nosotros no sabemos nada del insulso: “
Dulce o truco”, no somos unos tontos norteamericanos.
En el sur somos distintos, no celebramos éstas estúpidas fiestas;
o, al menos, eso pensaba nuestra protagonista
Por eso aquel día,
Luna se despertó sin recordar que era la fecha de las brujas…
al llegar a la escuela descubrió que estaba todo,
adornado para la ocasión y entonces recordó en que día se encontraban.
Se sentó despacio en su asiento,
asimilando que todos llevasen máscaras y ella no “cómo pude olvidarlo”
se preguntó, cuando de repente la sobresaltó drácula y sus terroríficos colmillos…
más bien, Ian con un disfraz del vampiro más conocido seguido de
Edward Cullen, por supuesto.
-¿Dulce o Truco?-
preguntó mostrando sus colmillos en una amplia sonrisa
mientras se sacaba la máscara
-Te falla, no carbura ese motor ahí dentro, ¿no? Yo te creí más…
adaptado- contestó dejando como tonto a su compañero
y mejor amigo de clase, él se sentó a su lado.
-Bueno, es una buena excusa para perder hora de clase
¿no te parece? -Buen punto
-Vamos a una fiesta hoy a la noche,
¿venís?
Luna veía dos posibilidades frente suyo,
una: quedarse en casa estudiando y aguantando
a sus desdeñosos padres o, dos: ir a una tonta fiesta,
con su inadaptado amigo, Ian. Mejor la segunda, pensó
. …El lugar tenía una increíble pinta de mala muerte, con la impresión de que todos los días llevasen esos disfraces y ninguno de sus compañeros, excepto ellos, estaba allí.
Las mozas, disfrazadas de hadas, llevaban una sustancia verdosa en los vasos que no les fue difícil rechazar ni bien ingresaban al lugar.
-¿Quién fue el que te recomendó este lugar?-
preguntó nerviosa Luna con ganas de salir corriendo de allí
-Un amigo de alcohólicos anónimos-
respondió Ian despreocupado .
mientras guiñaba el ojo a un par de chicas vestidas de criaturas del bosque,
ellas se acercaron y Luna sintió el momento de retirarse a recorrer el lugar,
cuando un brujo se le acercó con expresión atónita
-Sos una bruja- afirmó mirándola de arriba abajo, como examinándola
-Lo notaste- rió Luna,
pensando en qué había que ser idiota para no notar que su traje era de bruja
-¡Ah! Ya lo sabías, claro a los diecisiete te enteras- dijo más para sí,
su expresión la asustaba,
parecía completamente loco,
pero sus miradas se encontraron y entonces ella comprendió la verdad:
Las brujas no existen pero… ¿que las hay?, las hay.
Y ella era una, y éste brujo lo afirmaba.
Entonces para mostrar su poder, corrió
hacia Ian empujando a la chica con la que él bailaba y lo besó, dejándolo sin palabras.
A las dos horas irrumpieron en el lugar los médicos
de una clínica neuropsiquiátrica y se llevaron apresado al
“brujo” que había escapado de allí, Luna nunca se enteró
de éste último echo porque se había ido
con Ian a su casa, pensando que fue gracias a su magia que él estaba con ella.