Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

EL RECUERDO DE MI SUEÑO
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
  
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 
  Herramientas
 
General: la esposa
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: IKH@NN@  (Mensaje original) Enviado: 30/10/2011 20:16
 
 

LA ESPOSA

HÉCTOR RIVERO

 

El anciano se subió al autobús con bastante esfuerzo. El conductor le preguntó si se sentía bien, y él balbuceó algo sobre que no había problema alguno. El conductor agrandó los ojos e hizo una mueca, como diciendo, no quiero problemas en mi autobús. El viejo se sentó al lado de una bella joven, de ojos brillantes, de piel traslúcida como de ángel, y con una sonrisa beatífica en sus labios, pero él no la vio. Al instante el viejo comenzó a hablar de su esposa:

—Mi esposa ha muerto, pobrecita, apenas se levantaba; si caminaba tenía que medir sus pasos…Mi esposa, ¡compañera por cincuenta y tres años! Yo me levantaba primero y le preparaba el desayuno, luego le daba comida al perrito…Ah, ¡el perrito! ¡Ella adoraba el perrito! Yo lo detesto, pero las esposas son las patronas de nuestras vidas…Mi esposa esta muerta, pobrecita; la diabetes y el cáncer me la llevaron…Yo no lloro con los ojos sino con el corazón. No, no crea que soy bebedor, me tomo solamente una botellita de whiskey así de pequeñita para ayudarme a carmarlo, eso es todo, yo no soy bebedor...

Por un momento, el conductor intentó decirle que se callara, pero un sentimiento de compasión se lo impidió . El anciano continuó con su monólogo quejumbroso, mientras que la bella joven, de piel suave y traslúcida lo observaba sonriente.

—Mi esposa, usted sabe, compañera por cincuenta y tres años, todo mi universo y mi razón de ser. Yo voy ahorita a comprarle queso blanco, pues a ella le gustaba mucho, y me he acostumbrado a llevarle un pedacito todos los viernes, y hoy es viernes, ella se me fue un viernes…

Al apearse del autobús, el viejo tambaleó un poco, pero no por eso dejó de decir "gracias" con una afable sonrisa. La bella joven también se apeó en la misma parada y caminó detrás del anciano. Cuando éste iba a cruzar la calle, la joven lo tomó del brazo, y acercando sus labios al oido, le susurró:

—Mi amor, he venido por ti, no sufras más.

Asombrado, al ver la bella cara de su querida esposa, exactamente igualita a cuando eran novios, el anciano no vio que se acercaba un camión y el golpe fue mortal.

 

 


® Héctor Rivero

 

 

 

 

 
 
 


Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: ArOmA De mUjEr Enviado: 30/10/2011 21:39
GRACIAS-3.gif


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados