Como superar la sensibilidad emocional
Si eres emocionalmente más sensible, puede ser difícil gestionar un cambio y es posible que te sientas vulnerable, a la defensiva, amenazado, o puede que no sepas qué hacer para ser menos sensible. Sin embargo, vale la pena trabajar en la superación del exceso de sensibilidad emocional, ya que puede estar perjudicando tu capacidad de vivir una vida plena y feliz, de estar más conectado con los demás y de expresarte mejor. Es posible ajustar la sensibilidad emocional. Se hace con paciencia y comprensión.
Ser demasiado sensible no es, en sí mismo, un rasgo malo, pero serás fácilmente herido por los comentarios y acciones que son “normales”, que la mayoría de la gente no encuentra hirientes. La mala interpretación de las interacciones constructivas, todos los días puede limitar tu capacidad para llevar una vida más feliz.
Es importante equilibrar la sensibilidad con el sentido común, la confianza y la resistencia para no sobre-reaccionar a los acontecimientos de la vida diaria. Este artículo explora las formas en que puedes superar una excesiva sensibilidad emocional, que puede cambiarte la vida para siempre.
Se honesto contigo mismo
Tan simple como suena, debes admitirte que el problema es, en gran parte, la manera de reaccionar ante la situación. Este primer paso suele ser el más difícil, ya que es posible pasar muchas horas de conflicto interno, de auto-discusión, y contemplación, antes de que realmente puedas admitir que podrías ser demasiado sensible para tu propio bienestar.
Por lo general, no hay muchas personas que son realmente capaces de mirar dentro de sí mismos con honestidad y admitir la verdad de lo que ven que está sucediendo, así que probablemente encontrar este paso es un gran desafío. Pero el hecho mismo de que hayas decidido examinar tu sensibilidad es un gran paso adelante, sigue con ello.
Explora tu sensibilidad
- ¿Acerca de qué eres emocionalmente sensible?.
- ¿Eres sensible a un tema específico o para muchas cosas en general (quizás grandes cuestiones sociales)?.
- ¿Eres muy sensible a una determinada persona o grupo de personas?.
- ¿Cuál es la profundidad de tu sensibilidad habitual?.
- ¿Tu reacción es enorme o una pequeña forma que percibes como heridas o daño emocional?.
Trata de explorar todos los detalles sutiles de qué o quién pone en marcha tu sensibilidad.
Averigua cuál es el disparador de tu sensibilidad
A menudo, la sensibilidad se basa en áreas específicas que tienen factores desencadenantes. En su mayor parte, estos factores desencadenantes se forman a partir de nuestros cinco sentidos, como una imagen, color, olor, un sonido o una sensación de recordar un hecho o persona del pasado. O, el disparador puede ser más directo, como estar en un lugar determinado, como un cementerio, hospital, escuela, espacios abiertos, la casa de alguien, etc.
Otros factores desencadenantes pueden ser los patrones o hábitos que haz desarrollado con el tiempo para lidiar con el trabajo o las relaciones que se encuentran desafiantes, sin cuestionar si este patrón es saludable. En el caso de un patrón o un hábito, puede ser más difícil de discernir el impacto en tu sensibilidad, porque lo más probable es que se haya convertido en una estrategia de prevención con el fin de calmar tu sensibilidad, pero reconoces que es esencial.
Escribir el disparador de tu sensibilidad en un diario puede ser útil, ya que te permite transferir los pensamientos abstractos acerca de tu supuesta sensibilidad y convertirlos en palabras concretas sobre el papel. A veces, sólo haciendo esto, puedes comenzar a ver como la idea de la sensibilidad cambia y se sustituye por una visión más realista del disparador o la situación.
Los factores desencadenantes son de naturaleza individual. Incluso si alguien que conoces tiene el mismo disparador sobre el mismo tema, no les afecta a los dos de la misma manera. Realmente es una coincidencia, no universal.
Se valiente
Empieza a descomprimir la sensibilidad. Estúdiala con atención, esmero y pasión. Sólo cuando realmente puedes admitir que no encuentras como esta sensibilidad especial te ayuda mentalmente, comienzas a ver que es mejor no ser tan sensible.
Pregúntate a ti mismo cada vez que la sensibilidad se presenta:
- ¿Qué beneficio tiene?.
- ¿Cómo este sentimiento o cadena de pensamiento me está ayudando?.
Si necesitas más ayuda anota el proceso en tu diario, pero se recomienda que uno se acostumbre a cuestionar su sensibilidad esté donde esté, sea donde sea, sin la oportunidad de escribirlo.
La resistencia de los demás
A menudo, una persona muy sensible se defenderá si asume que todos los demás son insensibles y poco profundos del corazón, cuando la realidad es que las personas que parecen adaptarse mejor son más resistentes emocionalmente, ya han reflexionado y se mantienen fuertes ante la adversidad y las cosas menos amables de la vida.
Recuerda que las medallas no se ganan por el colapso emocional más dramático, la gente es más probable que admire el espíritu de lucha resistente.
Equilibrio
Aprende a equilibrar y dejar de permitir que la ternura emocional domine tu vida. Por todos los medios utiliza tu inteligencia emocional para crear y mantener grandes y empáticas relaciones con los demás, pero igualmente no permitas que estas relaciones drenen tu energía y tiempo, simplemente porque te resulta muy emocional.
Ten en cuenta que hay un lugar para la sensibilidad emocional en tu vida. Este artículo no se trata de deshacerte del deseo de aliviar el sufrimiento, la comprensión de tu propio dolor o el ajeno, y la necesidad de ser compasivo contigo mismo y otros. Sin embargo, hay una diferencia muy grande entre ser sensible a la infelicidad, o una situación injusta, y tener ganas de ayudar a remediar la situación.
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