Nacho es un pastor alegre, simpático y cariñoso. Tiene doce ovejas y un perro, Tobi.
Tobi siempre le ayuda a proteger las ovejas y Nacho mientras se da un paseo con ellas cantando:
— "Al portal yo iré y un queso le daré".
Y así todo el rato. Un día vio a lo lejos una estrella y fue donde ella. Se la veía muy triste y le preguntó qué le pasaba.
— Hola, soy Nacho, ¿cómo te llamas? — Me llamo Dorita y he perdido a los Reyes Magos. — No te preocupes, yo te ayudaré a buscarles.
Pasó la noche y empezaron a caminar horas y horas; días y días. De repente gritó la estrella.
—¡Por ahí! ¡Ya les veo, por fin!
Cuando llegaron a su lado, vieron a tres camellos perdidos y tristes. Nacho les preguntó:
— Hola, yo me llamo Nacho, ¿cómo os llamáis? — Hola, yo soy Charmel, el camello de Melchor. — Yo soy Pargas, el camello de Gaspar. — Y yo soy Saltabar, el camello de Baltasar. —¡Y nos hemos perdido! -exclamaron los tres al mismo tiempo.
Anduvieron y anduvieron, pero nada, no encontraban a nadie.
— No os preocupéis. ¡Ánimo!, y si no cantad conmigo: —"Al portal yo iré y un queso le daré".
Y así lo hicieron, una y otra vez.
De repente, a lo lejos vieron a tres hormiguitas que se movían lentamente y corrieron hacia ellos. Charmel gritó:
—¡Ahí están! ¡Qué alegría! — Es verdad -dijo Pargas. — Sí -dijo Dorita. —¿Lo veis? En Navidad los deseos se hacen realidad -dijo Nacho. — Muy bien, muy bien, pero… ¿no se supone que mañana es Navidad? -dijo Melchor. — Si, es verdad ¡corramos! -gritó Nacho. — Va a ser imposible -dijo Dorita. Todavía quedan diez kilómetros y no vamos a llegar. — Pero Dorita, no seas tiquismiquis, acabamos de decir que en Navidad todo se puede hacer realidad -dijo Nacho.
Corrieron y corrieron y… —¡Llegamos! -gritó Baltasar. —¡Es verdad! Ahí están María, José y el Niño Jesús. ¡Venga vamos adonde ellos!
Cuando llegaron, Melchor les dio oro; Gaspar incienso y Baltasar mirra.
Nacho, sus ovejas y Tobi, ofrecieron su queso.
—¿Lo veis, como en Navidad todo se puede hacer realidad?
FELIZ NAVIDAD
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