Si tuviera el valor de decirte frente a frente lo que siento, pero no, sólo lo escribo aquí en una carta que no leerás. Ni siquiera tengo las agallas de enviarla y no te miento, pues pienso y sólo me pregunto...¡si acaso te importará!
Y es que hoy mi soledad se hace más caprichosa
me revuelca el deseo de tenerte aquí, junto a mí; que irónica se torna a veces esta vida lastimosa; cuando creí en ti ,fue justo cuando te perdí.
¡Quién sabe si volveré a verte y tu presencia sentir! sé que alguien ha llegado a tu vida y que te aleja de mí; aunque estoy en desventaja y sé que tengo que sufrir, no será la primera vez que haya tenido que luchar por ti.
Y aunque el cielo se cerrara y condenara mi alma, por recuperar tu amor, a como diera lugar, detenme tú vida mía, ven a mí; dame la calma; que me muero de dolor y sin ti no quiero estar.