No eres hombre de novias,
eres hombre de amor,
de realidades obvias;
hombre que causa dolor.
Solo de amor clandestino,
hombre sin corazón,
otro que a mi vida vino,
el que me robó la razón.
Hoy este amor me duele
quizá por confusión
pues esto que en mi crece,
no tiene explicación.
Quisiera amarte
hombre sin amor
más sé que es imposible
pues clandestino es mi dolor.
No quiero ser herida,
no otra vez,
pues de esta que es mi vida,
el dolor es la tez.
Solo de amor clandestino
que no está hecho para mí;
amor lento y asesino
que por mí, sale de ti.
Seamos claros mi vida:
TE AMO, lo sé,
más tú no me explicas nada
de lo que en ti provoqué.
Dijiste que me querías,
pero actúas como si no;
tú solo reías
mientras lloraba yo.
Mientras pienso en ti, así,
apostaría sin cansarme
que tú ni te acuerdas de mí.
Tu amor clandestino
no dará nada más;
así lo quiso el destino,
no me amarás tú jamás.
Pretextos diste muchos
y en pocos creí yo;
al amor no le importa nada,
es por eso que terminó.
Sé que es imposible
dejar de querer a alguien,
más volveré invisible
mi corazón contrastante.
Mi amor es bueno,
es sincero, fino,
más el tuyo querello
es amor clandestino.
Clandestinamente me enamoraste,
sin darme cuenta, me enredaste;
clandestinamente mi corazón
pasó a ser tuyo, sin una razón.
Mas es bien sabido
que en el amor no hay reglas,
como tampoco hay olvido
en el pianista las teclas.
Y no deseo dejar de amarte,
pues no has sido “otra persona”,
has sido como el poeta al arte,
como la hiena a la leona.
Amor hiriente, cortante;
amor clandestino
sin piedad penetrante;
amor escondido, amor excitante,
lo quiso el destino,
así lo quiso esta amante
al seguir el camino
contigo constante.
Y perdona si te amo,
si es que acaso te molesta,
pues ya sería el colmo
si no fuera yo modesta,
al decir que es demasiado
a lo que contigo aspiro:
un tesoro escondido
cuando a tu lado me miro.
D/A