Solo sé que desde lo más profundo de mi alma,
sentía lo más maravilloso y celestial que un ser pudiera sentir,
sentir que te amaba, te adoraba cada minuto, cada segundo de mi vida,
celosa de todo aquello que pudiera dañarte...
Hasta en lo más mínimo, protectora como una esfinge
y guardián de tus sueños... así te tuve dentro de mí,
te alimente con cada pensamiento,
arrancado de mis más remotas sensaciones y deseos...
Te tuve hasta ayer, encerrado cual genio en un cofre de cristal...
que de repente se rompió y todo aquello que guardaba
se escapó súbitamente y casi sin darme cuenta,
te tuve frente a mis ojos, es desde entonces que comprendí
que lo irreal, puede ser real, tan real...
Como tu... que un día te tuve en mis sueños
y hoy te tengo en mis brazos...