El austriaco Félix Baumgartner será para muchos un loco y un suicida, para otros el héroe romántico que subirá en un globo de helio hasta las capas superiores de la estratosfera (120.000 pies, o 40.000 metros) dentro de una cápsula sellada para lanzarse en caída libre primero, alcanzar la velocidad del sonido, 1.100 km/h, durante la primera etapa de la caída a través de las capas más enrarecidas de la atmósfera, y finalmente decender en paracaídas y tocar ileso la Tierra. Este hombre fue miembro del equipo competitivo de paracaidismo de caída libre para el ejército de su país, es saltador de base -tiene los mejores registros en sus saltos, Cristo Redentor en Río, Torres Petronas en Malasia-, piloto de globo de gas y de helicóptero. Ya cruzó el Canal de la Mancha volando sin avión y con unas cortas alas sujetas a la espalda.

Imagen: El austriaco Félix Baumgartner prueba el traje espacial de baja presión que utilizará para el gran salto.

El actual récord de salto en altura lo tiene el coronel (R)

Yuri Gagarin le quitaría el récord de altura al alcanzar los 327 km en el espacio al año siguiente. Kittinger mantiene el de salto de altura, ya que Gagarin abandonó su nave a los 7 kilómetros de altura.

El paracaidista chileno Peter Vermehren nos relató que un paracaidista en la baja atmósfera no alcanza mas de 160 km/h en caída libre. Por lo que Baumgartner deberá llegar a al Mach 1 en la estratosfera, tomando una posición de picada.

- Las temperaturas serán muy por debajo de cero, además el sol le pegará con fuerza y será sumamente brillante para la vista.

- Está estimado que le tomará cerca de 2,5 horas subir y entre 15 y 20 minutos regresar a la Tierra.

- La cápsula será sellada y será presurizada (bombeo activo de aire) para servir de apoyo hasta que Baumgartner alcance la altitud del salto y presurice el traje. La cápsula tiene una altura exterior de 3,3 metros y en el interior 1,8 metros de diámetro y pesa cerca de 2.500 libras. Los materiales incluyen acrílico, fibra de vidrio, epoxi, molibdeno de cromo y tubería de avión ignífuga, aislamiento de pintura y espuma.

- Si logra su hazaña, la misión Red Bull Stratos batirá dos récords mundiales.

- Baumgartner será rastreado a través de un sistema GPS en su pecho.

EQUIPO ESPACIAL

El traje fue fabricado a la medida y lo protegerá de la gama de temperatura de más de 37° a -67° centígrados. El ciento por ciento del oxígeno circulará por el casco. Sin él, los gases en la sangre de Baumgartner y tejidos podrían expandirse y hervir. La visera tiene un circuito para prevenir que se empañe o se congele.

Después de que Baumgartner abra la puerta dependerá de sus habilidades, de su traje y de tres paracaídas para cuando entre en la atmósfera. El traje estará presurizado, y combinado con el casco y la visera pesará cerca de 16 kilogramos. Sin contar dos tanques de oxígeno. Dentro del traje habrá lectores para captar temperatura, presión, aceleración, velocidad y su posición en el aire.

La cápsula tiene un equipo de grabación de datos: cuatro cámaras electrónicas de cine y cámaras de alta definición para transmitir el viaje en todo el mundo. También un radio para que Baumgartner se comunique con su equipo en la Tierra. Además tendrá lectores para captar temperatura, presión, aceleración, velocidad y la posición de Baumgartner en el aire.

SALTO MORTAL

Félix Baumgartner saltará desde la estratosfera a punto de alcanzar la capa de ozono. El aire es tan delgado que una vez salga de la cápsula le será muy difícil controlar su caída hasta que esté a 10 kilómetros de la superficie. Sin el traje especial, la falta de presión atmosférica y oxígeno lo podrían matar a los pocos minutos.

Los 40 km de altura desde donde saltará es actualmente la altura límite para el vuelo de los globos, no pueden subir más arriba. Los aviones sólo pueden volar hasta los 12 kilómetros de altura, donde la atmósfera es lo suficientemente densa como para soportar sus alas.

Kittinger, el primero en llegar al límite de la atmósfera y al borde del espacio, cuenta que luego de saltar le era difícil saber que estaba cayendo, ya que no sentía ningún roce con la atmósfera, afirma que debía dar vuelta la cabeza y mirar el globo que se alejaba para darse cuenta que caía. El cielo alrededor se veía completamente negro. Esta sensación terminó cuando luego de unos 10 minutos de caída libre comenzó a sentir el freno de la atmósfera.

Imagen izquierda: El americano Joe Kittinger en caída libre, en 1960.