Pues yo tengo una espada china
que me la traje de Pekín,
cuando allá hice un viaje
en mayo del dos mil.
Y tengo otra española,
creo que de Toledo,
que me la dejó en herencia
un bisabuelo viajero.
¿Un bisabuelo, piensas tú?
¡Un bisabuelo, afirmo yo!
que se murió a los cien años,
cuando yo tenía veintidós.