Hola…
Diseñadores de campañas publicitarias, comunicadores y vendedores nos atosigan con la misma prédica: satisface todos, absolutamente todos, tus deseos.
La necesidad de recibir el reconocimiento social a través de la compra y el uso de productos de marcas renombradas es tan sentida como el hambre de pan por numerosos jóvenes. Ante esta ideología que pregona por todas partes su consigna: "tú eres lo que compras", resulta complicado atender al mensaje del grano de trigo que cae en la tierra y muere, para dar fruto.
La donación de la existencia no es una quimera, es un proyecto realizable que se puede concretar a través de horas de servicio social, de participación en programas de voluntariado, de apoyo económico a proyectos sociales y educativos.
Jesus lanza también su invitación: "el que quiera servirme, que me siga".