Me disfracé de ángel y a tus puertas llegué
trayendo con ternuras un alma de papel,
la puse entre tus manos y ahí te dibujé
con letras de ternura caricias intenté...
Tu mirada serena, hablaba en el silencio
y la tristeza en ella querías ocultar,
más este corazón te escucha entre tus ruegos
y te ofrece latidos que quieren despertar...
Si pudiera un instante regalarte la magia,
que llene de optimismos esta desilusión...
de seguro lo haría sin pensar consecuencias
por ver tu vuelo libre recorrer las estrellas...
"Te dejo un puñadito de mimos, para ese corazón dolido...
Lo último que se pierde... es la esperanza...
no la dejes partir... aférrate a los sueños... y cree siempre
en el amor verdadero... lo que deba ser será...
si vale la pena... sobrevivirá..."