5 Maneras de lograr que los niños comiencen a limpiar

Seamos realistas, no hay muchos adultos que disfrutan una tarde de tareas de limpieza, pero alguien tiene que hacerlo.

Hacer que los niños limpien es, probablemente, un reto al principio, pero sigue siendo un objetivo por el que vale la pena luchar. Uno de los objetivos de la crianza de los hijos es enseñarles a ser responsables y autosuficientes.

La limpieza del hogar se ha convertido en una tarea común para toda la familia, igualdad de oportunidades, y los niños, niñas, hombres y mujeres deben doblar, pulir y limpiar el desorden.

Pero ¿por dónde empezar?.

Los niños barren y tienen que llevar la basura hacia los circulos marcados con tiza. Es un buen juego.

Comienza temprano

Es posible que hayas descubierto que los niños muy pequeños tienen un sentido muy democrático de lo que es entretenimiento y lo que no es.

A medida que tu niño feliz golpea las cucharas de madera en las tapas de las ollas, considera convertir su curiosidad sin límites y fuente inagotable de energía en unos pocos hábitos útiles.

Espera unos cuantos años para empezar a pedirle que sacuda los muebles o que ponga sus juguetes que no usa en una caja, y se rebelará. Comienza temprano a introducir  estos principios de tareas simples. Cuando crezca y se da cuenta de que es trabajo y no juego, ya es tarde para él, sin darse cuenta ha desarrollado algunos hábitos de orden.

Mantiene tus solicitudes apropiadas para la edad, y ofrece recordatorios regulares y suaves.

Dale a tu hijo un lugar designado para sus juguetes y anímalo a que deje un juguete que estaba usando antes de seleccionar otro – a menos que vaya a usar los dos.

Los niños aprenden por repetición.

Dale un buen ejemplo

Esto puede ser algo difícil. Cuando estás agotado y todavía tienes que preparar la cena y guardar la ropa, es fácil posponer otras tareas. Sin embargo, tu hijo probablemente está viendo, y los minutos adicionales que te tomas para poner las zapatillas en el armario o una toalla sucia en el cesto le va a enseñar con el ejemplo.

Ahora, la próxima vez que menciones que sus libros pertenecen a los estantes y no deben estar en el suelo, se acordará de tus acciones y es más probable que se ponga en marcha, sin problemas

Y por mucho que no quieras hacer las cosas ahora mismo, será un trabajo menos que te queda acumulado para hacer más adelante.

Que sea un juego

Si alguna vez has bailado para hacer ejercicio, ya sabes que convertir una tarea en un juego realmente funciona.

Dile a tus hijos que limpiaran el polvo de un piso de madera, patinando alrededor con un par de calcetines. Estas mostrando que el trabajo doméstico no tiene por qué ser aburrido.

Pide al niño que encuentre y combine sus prendas de vestir, que las doble y las guarde en su lugar. Comienza con los calcetines y luego con las camisetas y pantalones. Pasarás tiempo de calidad con tu hijo y le enseñas a vestirse de forma más intuitiva y a doblar la ropa, todo al mismo tiempo

Comienza a buscar en las tareas domésticas una oportunidad para crear un juego. Ellos usarán el exceso de energía y serán más responsables en la casa.

Administrar bien

Las manos pequeñas y cuerpos tienen limitaciones, y la atención del niño no puede estar orientada a todas las tareas que te gustaría que él realice. La seguridad puede ser un problema también.

Antes de empezar a repartir las tareas, define lo que es apropiado y qué no es. Los niños pequeños no deben mover cosas grandes ni limpiar objetos frágiles, y los niños más grandes deben estar exentos del uso de disolventes de limpieza agresivos o herramientas potencialmente peligrosas. Una vez que determines que una tarea es segura, trate de evaluar cuánto tiempo tomará y cuan potencialmente frustrante será para tu hijo completarla.

Los niños hacen mejor las tareas que son de corta duración o que se pueden hacer en una serie de pasos sencillos y satisfactorios. Cuanto mayor es el niño, más se puede esperar que haga, pero eres el mejor juez de su capacidad para asignarle una tarea.

A pesar de que terminar la tarea es importante, darle al niño una sensación de logro y dominio sobre la tarea es importante también.

Ser instructivo y coherente

Los niños necesitan que se les enseñe cómo realizar las tareas tal y como se les enseña a caminar y vestirse.

Si quieres que tu hijo mayor limpie la tostadora, explica que tendrá que desconectarla como medida de seguridad. Discute la forma más eficaz de deshacerse de las migajas, como en una toalla de papel o en el fregadero. Supervísalo la primera vez o dos, o hasta que estas seguro de que conoce el mejor camino para hacer el trabajo.

Una vez que tengas un nivel de confianza, dale la responsabilidad y se coherente. No te frustres y hagas el trabajo tu mismo. No grites.

Cuando tu hijo realiza una tarea correctamente y a tiempo, alábalo y hazle saber que aprecias su ayuda.

Todos los niños, jóvenes y mayores, quieren sentirse capaces, necesarios y apreciados – incluso cuando se trata de la limpieza.