Hola…
Cuando pienso en las personas y los acontecimientos que me han bendecido, mi corazón canta de alegría. Soy una creación de un Dios amante, rodeado de vida y abundancia. ¡Me alegro tanto de estar vivo!
Cada una de las personas que conozco cumple en mi vida un papel especial. El amor y la felicidad que siento al estar con ellos me hace recordar la profunda fuente de alegría interior. Sé que esta alegría proviene de Dios, pues Dios es la fuente de todo el júbilo del universo.
Al reconocer y agradecer todas las bendiciones de mi vida, me siento sobrecogido por la maravilla que es Dios. Sé que soy una partecita en el plan general de Dios; dejo surgir libremente mi gozo y mi aprecio.