¿SABES RECIBIR AMOR?
Desde el punto de vista de quien lo recibe,
el amor gana significados diferentes de aquellos existentes en el punto de vista
de quien lo da.
¡Y es tan raro el empate entre dar y recibir!...
Hay personas absolutamente incapaces de recibir el amor.
Hay otras que filtran el amor recibido, según su modo de ser,
reduciendo o ampliando el afecto que recibe a través
de sus lentes (existenciales) de aumento o disminución.
¿Quién puede decir con seguridad que sabe evaluar el amor recibido?
Hay otras, todavía, que sólo consiguen amar cuando reciben amor,
no admiten darlo sin recibirlo.
Hay, también, la persona que no lo dará jamás,
pues sólo sabe recibirlo.
Y hay aquella otra que quiere y necesita recibirlo,
pero no sabe qué hacer cuando lo recibe;
transformándose, en una carencia viva a seguir por la vida,
despertando en todos (por insospechadas habilidades)
el deseo de algo darle.
Recibir amor es como saber gastar.
¿Has percibido que hay personas que no saben gastar?
Muchas saben ganar mucho dinero: pero después no saben gastarlo.
¿Qué valdrá un amor mayor que el mundo,
si el modo de recibirlo es pequeño?
Un amor de pequeña estatura,
dado a alguien puede ser recibido como la dádiva suprema.
¡Será enorme! Por eso que es importante,
además de saber darlo, saber recibirlo.
Recibirlo, si es posible evaluando la intensidad con que es dado y,
si es más posible aún, retribuir en la exacta medida.
Saber recibir es tanto amar como dar amor.
Recibir amor es tan difícil como amar!
Es que amar desobliga, y recibir amor parece que prende las personas,
las aprisiona, cuando debería ser exactamente lo contrario,
pues saber recibir es tan grandioso como difícil es saber darlo.
Nunca te vayas sin decir :
... "TE QUIERO" ...
A/D