¿LOS SENTIMIENTOS MANDAN?
Hay algunas ocasiones en que las personas se dejan llevar irracionalmente por sentimientos, sin medir consecuencias de los actos que impulsados por ellos cometen.
El rencor, la rabia y el odio, se hacen más fuerte que la conciencia, y solo la sed de venganza, ciega a tal punto que no se miden consecuencias.
Es extraño que por un sentimiento de alegría, plenitud o felicidad se llegue a hacer daño a los que nos rodean, con mucho lo compartiremos, sin embargo un simple enojo puede llegar a provocar una tormenta en un vaso de agua.-
¿Por que será que la felicidad la disminuimos y en cambio la frustración la sobredimensionamos? Pocas veces somos capaces de contagiar a otras personas con nuestra alegría y sin embargo, tan fácilmente contaminamos como peste a los que por algún motivo osan ponerse en nuestro camino
Lo triste es que en una discusión puntual se olvidan todas las cosas buenas para solo acrecentar el motivo del enojo, hasta el extremo de llegar a recordar todo lo malo que puede haber pasado aun cuando sean miles de años los que hayan pasado, entre un hecho y otro.-
Al dejarse llevar exclusivamente por los sentimientos se pierde la perspectiva de la realidad. Curiosamente pasamos a ser victimas de otros y nos transformamos en blancas palomas, tan inocentes que no son capaces ni de matar una mosca.
Es difícil ser objetivos en esos momentos, ser capaces de evaluar nuestra parte de responsabilidad objetivamente. Cuantificarla sin inclinar la balanza ni para un lado ni para otro. Ni ser victimas ni victimarios de lo que origino el problema.
Mas aun es difícil buscar el dialogo sin tener el temor de parecer débiles ante el supuesto adversario.-
Quizás lo mas parecido a un equilibrio, es
reconocernos seres humanos que pueden equivocarse y
al reconocerlo enmendar el rumbo. Es mas loable
quien reconoce sus errores y es capaz de pedir perdón,
que aquel obstinado que al querer hacer daño al
otro, termina haciéndoselo a si mismo al
envenenarse con el rencor, ya que su venganza
nunca será dulce sino que terminara tarde o
temprano afectando seriamente su vida al perder la paz.
Moraleja:" LA VENGANZA ES MALA, MATA EL
ALMA Y LA ENVENENA"