Fragmento del libro "Noches Blancas"
"Y no he vuelto a ver a Nástenka.
¿Entristecer con mi presencia su felicidad,
ser un reproche, marchitar las flores que se puso
en los cabellos para ir al altar?
¡Jamás, jamás!
¡Que su cielo sea sereno, que su sonrisa sea clara!
Yo te bendigo por el instante de alegría que diste al transeúnte
melancólico, extraño, solitario...
¡Dios mío!
¿Un instante de felicidad no es suficiente para toda una vida? "
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