Alabado sea Jesucristo…
Aprende a sonreír a la vida que ella te sonreirá a ti y el corazón necesita llenarse de alegrías. Busca ser feliz hoy, pues no sabes que te reserva el día de mañana. Toma una copa llena de vino, siéntate en claro de luna y monologa: “Quizá mañana la luna me busque en vano”.
La verdadera felicidad no la lograremos fuera de nosotros, si no tomamos conciencia que la fuente esta dentro de nosotros y cerca de Dios. Trata de crear el hábito de estar alegre, es una manera de solucionar los problemas de la vida, y procura estar agradecido que tu vida no está pasando inútilmente.
Hay siempre diferentes maneras de alimentar la alegría de vivir, y sonreír es una de ellas. La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz. Por eso vive la vida con alegría, que es una piedra filosofal que todo lo convierte en oro.
Toma conciencia también que la alegría de vivir no es carecer de problemas, sino saber superarlos con buena actitud. Acuérdate siempre de que la felicidad no se encuentra, pero se construye día a día… Y cuando necesites una ayuda para ello, recuerda que tienes a Jesús siempre dispuesto.