Nosotros respondemos que:
EL AMOR ES HIJO DE LA ALTURA.
Cuanto más asciendo dentro mío,
cobro mayor distancia de mi ego,
no enredo mi mente en los malezales de los apegos.
Veo por lo tanto mejor, me agiganto, y
SI ME AGIGANTO, AMO.
¿Por qué?
Porque cuando me agiganto me convierto como el Universo,
en la MORADA DE TODAS LAS COSAS.
Todas las cosa están en MI, y yo estoy en todas ellas”.
Ada Albrecht