Reconoce que cualquier persona puede ser rechazada, sin importar quien es. Piensas que no puede suceder, pero sucede.

Entiende que tus sentimientos de tristeza son sólo autoengaños. Crees que es necesaria esa persona en tu vida para sentirte feliz, por ejemplo. Esto no es cierto. Estar cerca de una persona, hablar con la gente, besar a una novia, se trata de placeres solamente. Te traen la felicidad temporal, pero no es permanente. Crees que estos placeres son la verdadera felicidad, y te engañas creyendo que debes sentirte terrible, porque no los tienes. Se convierte en una adicción que sólo te trae más dolor en el largo plazo.

Entiende que todas estas cosas son sólo temporales. Van y vienen y no tienen un lugar permanente en la vida. Al entender esto, vas a entender que no son la fuente de tu felicidad. Te darás cuenta de que realmente no tienes ninguna necesidad de estas cosas, y como resultado no pueden hacerte infeliz. La felicidad es el sentimiento con el que las personas nacen. Si no tienes necesidades superficiales, no sufres.

Al dejar de lado todas estas necesidades superficiales, llegarás a darte cuenta de que realmente no hay una razón para ser infeliz. La vida no es estar triste y en busca de cosas que te hagan feliz continuamente.

No evites el rechazo y pretendas que es “algo con lo que debes aprender a vivir”. Cuando te liberas de estos delirios de necesidad, te liberas de los dolores asociados con el rechazo. El rechazo no causa dolor. Tu lo causas.

Si alguien te rechaza, respeta sus deseos y deséale cosas buenas en la vida. No es necesario evitar a esa persona totalmente. No es una necesidad para vivir, pero esto no quiere decir que debas odiarla. ¿Por qué?, debido a que te traerá más placer desearle el bien a otros. Pruébalo. El odio inflige dolor en tu propia vida.

Cuando comienzas a entender que hablar con la gente, tener una novia, citas y todo lo demás es sólo un placer, entonces vas a entender que el animo tiene dos estados. Si tienes los placeres eres feliz con placeres; si no tienes los placeres, eres feliz.i eres rechazado por una persona, no le eches la culpa o la odies, incluso si se expresó mal. Una vez que una relación ha terminado, no hay ningún motivo para llorar y hacer algo grande al respecto, ya que no la necesitas para sentirte feliz. Puedes estar insatisfecho porque los placeres han terminado con esa persona, pero te das cuenta que no los necesitas. Te sentirás mucho mejor si tienes sentimientos de amisad hacia esa persona, que sintiendo odio.

Siempre recuerda, no necesitas nada para sentirte feliz. Las cosas sólo pueden traer la felicidad temporal. La única felicidad permanente se encuentra en la comprensión de esto y en simplemente estar vivo.

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