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General: PARÁBOLA DEL BARRO
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Elvamaria  (Mensaje original) Enviado: 08/09/2012 19:52
PARÁBOLA DEL BARRO QUE NO QUERIA ROMPERSE…

Era un trozo de barro, que no quería ser lo que era, porque muchas
veces el barro rechaza su naturaleza para no sentirse frágil y mucho
menos embarrarse de la miseria del otro, que en sí, posee su misma
esencia…

Este barro, se negaba a ser moldeado, porque dejarse modelar por el
Alfarero, implica, desacomodarse de todo aquello que no le exige
esfuerzo; deformarse de los esquemas que se ha impuesto;
transformarse, rompiéndose muchas veces, renunciando a todo lo que
requiere adquirir otra forma, buscar su perfeccionamiento; y eso,
exige de sí mismo, trabajo, constancia, docilidad, fidelidad… que
significa, comprometerse a aceptar con humildad su fragilidad.

Cada vez que el Alfarero iba en busca de un trozo de barro, para
hacer un cacharro nuevo, reparar alguno que se hubiese quebrado, y
darle forma a otro que necesitara ser renovado; éste se apartaba,
trataba de no rozar a otros barros, prefería quedarse echado en un
lugar, donde no estuviera cerca del agua que podría ablandarlo y
hacerlo experimentar la necesidad de ser moldeado; prefería aislarse
para que nadie más lo rozara, ni llegar a sentir el calor del horno
que tostaba las otras tinajas, porque simplemente lo que le importaba
era descansar, pasarla bien, observar, no meterse con nadie y que
nadie le fuera a molestar…

Ahí desde su lugar, veía como a cada instante, el Alfarero se dejaba
untar da cada barro, amasando con sumo cuidado, algunos requerían más
esfuerzo, otros eran más livianos, otros giraban sobre la rueda, se
deslizaban entre los dedos del Dios artista que se gozaba ante la
entrega y disponibilidad de quien se abandonaba confiado en sus manos
para dejarse moldear.

Así pasó mucho tiempo, indiferente a lo que sucedía, simplemente a la
hora del llamado, se escondía, evadía… observaba y criticaba lo que
otros barros hacían, se reía de las grietas que algunas tinajas
tenían, decía: para qué ser un vaso, si me sentiré vacío, nada podrá
saciarme, requiere de mucho esfuerzo el llenarse y vaciarse… yo no
soy como los otros barros, yo sería la tinaja más fina… Todo esto
aunque al parecer le hacía gozar de comodidad, en el fondo de su ser,
experimentaba frustración y soledad; no sabía para qué servía, ni que
utilidad darle a la belleza de la que presumía, ser un simple trozo
de barro, sin forma no tiene ningún sentido, nadie lo mira, no sabe
para que ha existido ni para donde se dirigirán sus pasos…


Con todas estas reflexiones, quiso estar muy atento, para dejarse
tomar, estaba dispuesto decirle a su Alfarero: Toma mi barro, rómpeme
si es necesario y hazme de nuevo… Y así fue como Dios le observó y al
querer tomarlo, sintió como se había endurecido aquel trozo viejo de
barro, en cada movimiento se quebrantaba, dolía tanto el cambiar,
creía muchas veces que no lo iba a lograr, pero para Dios no hay
imposible y su Amor todo lo puede y lo transforma… es así como pudo
experimentar lo que es sentirse amado por el Creador, El es el único
que realmente sabe que es para nosotros lo mejor…

No dejemos que nuestro barro se endurezca y se quebrante por la
indiferencia y pasividad… hay que estar en constante mejoramiento
continuo, revisar cuales son las barreras que nos impiden ver mas
allá; reconocer en la experiencia de desierto que en algún lugar, un
oasis habrá…

KARY ROJAS



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Sol Solgraficos Enviado: 09/09/2012 10:45


 
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