Dame un mundo sin tiniebles donde el hambre de tí jamas se esconda. Dame un mundo
perfecto donde no haya que hablar de lejanías. No dejes que tu sombra se escape
aleteando por las rendijas de mi ventana. Nunca más, nunca más, aprieta eternamente
esta cadena. Que el viento que vuela fuera, no se entere que te has ido. Coje el canto
de lluvia frio y triste, para bañar con él mi melodía y apoyalo en mis manos. Encierra
entre mi piel una mirada tuya. Mirada que mordia cruelmente mi silencio. Y deja reposar
tu crueldad en mi cuerpo. Y ahora toma una pausa de amor. Una pausa de amor que
inunde el día. Una pausa de amor que nunca acabe. Y 'ahora hablamé en el viento de
tu huida, que yo sepa donde se encuentra tu alma para que la mía, salga en su busca
y la encuentre. Pués no puedo vivir sin tí...Autor: Casimiro López Cano