Una vez soñé que alguien me quería, que me daba la mano, que me atendía, que se entregaba en cada palabra, en cada beso, en cada pensamiento, que no temía mostrar al mundo su enorme y grandioso corazón; que vivía para sentir y sentía para vivir, que no se creía el mas grande o el mas pequeño, solo un hombre normal, que no por ser hombre, no lloraba como todo el mundo lo dice, sino que lloraba para ser mas hombre. Pero que comprendía mis sentimientos, mis fantasías y me impulsaba a cumplirlas, a jamás doblegarme, que me ayudaba a subir, pero a subir a donde yo lo decidiera y no a donde el quisiera o la gente diga. A jamás voltear al pasado, siempre ver hacia el futuro, que para llegar a ser alguien grande, se debe empezar desde abajo, ¡desde adentro! Cuando desperté... me di cuenta de que había sido un sueño, pero ese sueño terminó, se esfumó, desapareció de mi dormir; pero me sorprendí, porque ese día, yo te conocí, y creí haber encontrado en ti a ese hombre, ese hombre que en el sueño tanto me quería... ¡¡TE AMO!!