APRENDI A VIVIR, A PESAR DE LAS ESPINAS
¿Qué cómo aprendí a vivir
y cuándo aprendí a querer?
¿Qué cómo aprendí a sufrir?
¿Cuándo? ¿Cómo? no lo sé.
¡Aprendí a mirar las estrellas, alumbrando los sueños con ellas.
A mirar los colores del viento y a sentir el sabor del silencio.
Aprendí a encender ilusiones y a escuchar hablar los corazones,
con palabras calladas, con matices de mil sensaciones.
Cuando un día, el dolor tomó mi mano, conocí de frente a la tristeza,
la pena y el llanto se marcharon, al sentir el amor y su grandeza.
La soledad, querida compañera, la que con tanto miedo rechazaba,
me mostró la paz y la armonía de los momentos que con ella estaba.
Comprendí, el sentido de la vida, viviendo el amor y la desdicha,
sintiendo la alegría y la tristeza, conociendo lo breve de la vida.
Aprendí el valor de la paciencia, a calmar los vientos de mi ira,
a llenar con mares de esperanza las zonas más oscuras de mi vida.
¡Pues, olvídate de que existen!
¡Quita el cristal de aumento que pones encima de tus desdichas!
Muévete, grita, llora, respira profundo y trata de ser feliz!!!