A pesar de que la esclavitud ya se
terminó en el mundo, nos volvimos
esclavos de nuestros propios deseos,
de nuestro status social y económico,
de nuestra raza y nuestros compromisos.
Caminamos por las calles encadenados en
una serie de obligaciones que nos
impiden de volar libremente.
¡Que hoy sea mi día de completa liberación!
Quizá físicamente todavía
tenga obligaciones, pero voy a liberar
mi mente y conciencia.
Voy a sentirme el ser humano más
libre del universo entero,
pues lo soy muy adentro de mí.
Dejaré que una sonrisa esté en mi
cara y que mis ojos brillen libremente.
¡Soy libre!