La Navidad no es un momento ni una estación,
sino un estado de la mente. Valorar la paz y la generosidad y tener
merced es comprender el verdadero significado de Navidad.
Aunque se pierdan otras cosas a lo largo de los años,
mantengamos la Navidad como algo brillante...
Regresemos a nuestra fe infantil.
Viene cada año y vendrá para siempre.
Y con la Navidad vienen los recuerdos y las costumbres.
Esos recuerdos cotidianos humildes a los que todas las madres nos agarramos.
Como la Virgen María, en los rincones secretos de su corazón.
a/d
|