La Navidad es un beso de amor que el Señor deposita en nuestras llagas.
La Navidad es esperanza, acercamiento y nuevos sueños.
La Navidad nos invita a que seamos como el cristal, suaves al tacto, transparentes a toda mirada.
Ser niños sin malicia y, a la vez, vivir sabiamente en un mundo lleno de codicia.
Ser como ríos caudalosos que corren alegremente su camino llenando de verdor secas laderas.
¡FELIZ NAVIDAD!
|