En la penumbra y
a oscuras de mi habitación,
acallo mis palabras,
escondiendo este sentimiento
que abrasa mi alma y recorre
mi cuerpo de deseo y desamor.
No se me ha concedido
el derecho a hablar,
tampoco pedir y sigo escondiendo
este sentimiento a oscuras,
retorciéndome entre las sabanas del deseo
recordando las caricias de tus manos
que recorren todo mi cuerpo,
entre el fuego de tu deseo
y el ímpetu de poseerlo.
La lógica y la razón me hablan
y yo no quiero escucharlas,
quiero que me inunde este fuego
que me envuelve y amenaza.
Quiero sentir esta droga en mis venas,
por si algún día este sentimiento,
se apaga…….