Alabado sea Jesucristo…
Dios está en todas partes, y Jesús, como Dios que es, también está en todas partes. Pero especialmente está como hombre en el Sagrario, y si Él nos invita a que vayamos a Él a buscar alivio y consuelo, quiere decir que tenemos que ir al Sagrario de la iglesia cuando estamos abatidos y sobrecargados.
Hagamos la prueba y cuando tengamos una pena, una tristeza, o simplemente debamos tomar alguna decisión importante; vayamos al Santísimo y veremos cómo se calma nuestro corazón, cómo se ilumina nuestra mente, porque es promesa de Dios, es promesa de Jesús ésta que nos hace de consolarnos y socorrernos
Tenemos que aprender a hablar con Jesús Sacramentado, porque Él tiene la solución para TODO lo nuestro, y para todo lo de los demás. Sólo basta que vayamos con fe a los pies del Tabernáculo y abramos ante Él nuestro corazón.
Si viéramos con los ojos del cuerpo todas las gracias y dones celestiales que obtenemos en cada visita a Jesús Eucaristía, nos pasaríamos la vida entera en el templo, adorando a Dios, oculto bajo las especies eucarísticas.
Debemos tener más fe, más confianza en las palabras de Jesús, que quiere que vayamos a Él y nos invita. Al menos vayamos cuando estemos abatidos y angustiados, ya que no nos acordamos de ir cuando estamos felices, y Él nos aliviará.
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