Alabado sea Jesucristo…
El rico insistió: “Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento”. Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen.
El rico contestó: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán”. Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto”
Ilumíname Señor y toca mi corazón para que pueda descubrirte en aquellos que pasan a mi lado y sólo se encuentran con mi indiferencia.
Purifícame del egoísmo y de la comodidad que me encierra en mi pequeño mundo
Sagrado Corazón de Jesús. Gracias por concederme otro día más, para servirte y amarte. Csimiro López Cano