Viejo amigo.-
Sin las hojas que el viento te ha arrancado
en su constante furia sin sentido,
ya tan solo te queda, desnudado,
ofrecer al hacha tu tronco herido.
Has tenido el amor del Sol, del agua.
Has crecido en tu lucha con el viento.
Hoy viejo castaño no eres nada....
leña para alimentar un fuego.
Pero aún queda grabado en tu corteza,
un nombre, un corazón atravesado
por el trazo ya invisible de una flecha
y una fecha que el tiempo no ha borrado.
Sólo quedas tu, mi último testigo.
Ella se marchó hace mucho tiempo.
Viejo castaño ¡Llévame contigo!.
Tu debes recibir mi último aliento.
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