LA DANZA
Oriah Mountain Dreamer
poetisa contemporánea de los pueblos originarios de America
Te he enviado mi invitación,
la nota inscrita en la palma de mi mano por el fuego de la vida.
No saltes y grites, "¡Sí, esto es lo que quiero! ¡Hagámoslo!"
Simplemente ponete de pie en silencio y baila conmigo.
Enséñame cómo seguis a tus deseos más profundos,
descendiendo en espiral hacia la aflicción dentro de la aflicción, y yo te mostraré cómo me estiro hacia adentro y me abro hacia afuera para sentir el beso del Misterio, dulces labios sobre los míos, cada día.
No me digas que queres guardar al mundo entero en tu corazón.
Mostrame cómo te negas a hacerle daño a otro sin abandonarte a vos mism@ cuando estás lastimad@ y temeros@ de no ser amad@.
Contame una historia acerca de quien sos y mira quien soy en las historias que estoy viviendo y junt@s recordaremos que cada uno de nosotr@s siempre tiene una opción.
No me digas cuán maravillosas serán las cosas
. . . algún día.
Mostrame que podes arriesgarte a estar completamente en paz, verdaderamente bien con la manera en que son las cosas ahora, en este justo momento, y de nuevo en el siguiente y en el siguiente y en el siguiente . .
.
He escuchado suficientes historias de guerreros con audacia heróica.
Decime cómo te desmoronas cuando golpeas contra el muro, ese lugar que no podes atravesar con la fuerza de tu propia voluntad.
¿Qué es lo que te lleva al otro lado de ese muro, hacia la frágil belleza de tu propia humanidad?
Y después de habernos mostrado cómo hemos establecido y mantenido los límites claros y saludables que nos ayudan a vivir uno al lado del otro, arriesguémonos a recordar que nunca dejamos de amar silenciosamente a
aquellos que una vez amamos en voz alta.
Llévame a los lugares de la Tierra que te enseñan a bailar,
los lugares donde podes arriesgarte a dejar que el mundo te rompa el corazón yo te llevaré a los lugares donde la tierra bajo mis pies y las estrellas en lo alto vuelven entero a mi corazón una y otra vez.
Mostrame cómo te haces cargo de los negocios sin permitir que los negocios determinen quien sos.
Cuando los niños hayan sido alimentados, pero aún las voces dentro y alrededor de nosotros griten que los deseos del alma tienen un precio demasiado alto, permitámonos recordarnos uno al otro que los asuntos nunca
tratan de dinero.
Mostrame cómo ofreces a tu gente y al mundo las historias y canciones que deseas que los hijos de nuestros hijos recuerden, y yo te mostrare cómo lucho por no cambiar al mundo, sino amarlo.
Sentate junto a mí en largos momentos de soledad compartida, conociendo tanto nuestra soledad absoluta como nuestra pertenencia innegable.
Baila conmigo en el silencio y en el sonido de las pequeñas palabras cotidianas, sin abrigar ninguna de ellas en mi contra al final del día.
Y cuando el sonido de todas las declaraciones de nuestras más sinceras intenciones se haya desvanecido en el viento, baila conmigo en la pausa infinita antes de la siguiente gran inhalación del aliento que nos respira a todos hacia el ser, sin llenar el vacío ni desde afuera ni desde adentro.
No digas "¡Sí!"
Sólo toma mi mano y baila conmigo.