Hoy quiero escribirle al amor...
Ese duende alado, que es esquivo a los sentidos. Que es esquivo a la entrega, a lo eterno. Hoy quiero escribirle, al sentimiento, aquel fantasma que como llega se va. Ese decir: acá estoy, pero no para quedarme, tengo que irme y realizar otros sueños, otras vidas, otros conciertos armoniosos, rodeado de violines.
Quiero escribirle al amor... a ese pendenciero amor, que te arrebata y enloquece, que se adueña de todos tus sentidos, dando fuertes alaridos de poder. A ese amor, yo le escribo. O aquel amor sencillo y travieso, que se enloquece con tus besos y te brinda rica miel. A ese amor yo le quiero escribir. O al amor irreal, que se remonta a las ninfas, a las hadas y princesas que en su loca tibieza te invitan a soñar. O aquel amor real, cambiante e inseguro... con motivos inmaduros para dejarte de amar.
Todo esto, es amor... pero no durará, se irá tan fácil como vino, solo queda a nuestro sino, atrapar ese inmenso amor y darle la paciencia, el entendimiento y la tolerancia, la camaradería y la nobleza...y se convertir en suave amor; en aquel que te acompaña, que te arrulla y que te llama para ser uno solo, nada más. Y cuando lo hayas atrapado y pasen muchos años a tu lado... ya verás que es de verdad.
Mientras tanto idealiza ese amor que te arrebata y que en pedazos del alma, te arranca la razón. Pero cuando ya estés cansado de soñar lo más amado, mira un momento a tu lado y encuentra un corazón, no será tan arrebatado, pero te dará un concierto: sencillo, casi en silencio y que tan suavemente escucharás.
Un abrazo y un fuerte beso... a ese amor, que algún dia llegará.
Lila Manrique