Como te recuerdo mí querido Mateo, bajo el sol tempranero de la mañana, tras una pelotita que arrojó mí mano, corres bullicioso a la pileta a buscarla, para traérla de regreso a mí mano, llenándome de alegría, inolvidable compañero mío, dispuesto a dejar tú alma, tú corazón y tú vida.
Por éso, te recuerdo mí querido Mateo, a mí llegabas con tú mirada pura, en mís días de quebranto,
te dabas cuenta de mís alegría,
y mís tristezas,
cuando escribía
en la computadora, le pegabas al teclado,
para que no dejara de acariciarte,
si escribía un mensaje en el celular, hacías lo mismo,
cómo no recordarte?
cómo no quererte?
Me haces falta Mateito,
y hoy inundada en lágrimas quise escribirte,
es una deuda que tenía contigo,
parece mentira, cuánto te extraño! Ahora duermes, mí compañero, mi dulce Amigo, ahora te has ido y tú alma se fue al lago azul, que sé que me recuerdas, y un día estaremos juntos de nuevo, en ése lago azul, llamado cielo.