La miel,
oro líquido que te cuida cuando hace frío.
Comienzan las primeras lluvias,
el suelo se llena de hojas secas y tenemos que soportar
cambios bruscos de temperatura.
Qué fácil es resfriarse en esta época!
La miel ha aliviado
esas primeras molestias en la garganta.
Es uno de los “remedios de la abuela” que mejor funciona
y además está tan rica que es muy fácil de tomar.
También podemos decir que es un “remedio universal”.
La miel contiene muchas vitaminas y minerales,
además de un fuerte poder antioxidante
que nos ayuda a combatir el envejecimiento.
Y más si lo combinamos con el té,
cuyas propiedades antioxidantes son por todos conocidas.
La miel también nos puede ayudar a curar
quemaduras o heridas en nuestra piel,
ya es que es un agente antimicrobiano en toda regla,
capaz de luchar contra bacterias y otros microorganismos
que nos provocan infecciones.
A veces no hay más remedio que recurrir a medicamentos
tales como los antibióticos.
Pero cuidándonos un poquito más podemos reducir al mínimo
las veces que los necesitaremos.
Incorporar la miel a tu dieta es de lo más sencillo:
en yogures, cuajadas, queso fresco, untada en el pan,
para endulzar la leche e infusiones…
aunque a mí me gusta hasta sola.
Un bote de miel nunca deberia faltar en ninguna despensa,
sobre todo en otoño e invierno.
MistikArts
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